Tras
tres días de protestas, se reportaban 5 muertos y más de 80 de heridos. El
Gobierno ordenó cerrar todos los colegios.
Un oficial de la Policía del régimen de Daniel
Ortega apunta con
su arma a un manifestante. Cortesía / Carlos Valle / La
Prensa
Las
protestas ocurridas en Nicaragua durante tres días consecutivos se tornaron
violentas y oficialmente, este viernes 20 de abril, se reportaban cinco muertos
y más de 80 heridos.
La
Policía Nacional ha recrudecido la represión mientras las protestas se han
extendido a todo el país en demanda de la salida del poder de Daniel Ortega y
su esposa Rosario Murillo. La Policía ha intentado dispersar los plantones de
protesta lanzando bombas lacrimógenas, disparando balines y balas de goma.
Una
de las víctimas de la represión policial ha sido identificada como Roberto
Rizo, un estudiante que perdió su ojo izquierdo tras recibir el impacto de una
bala de goma, disparada por la Policía antidisturbios hacia el interior de la
Universidad Nacional Agraria (UNA), al norte de la capital. Asimismo se reporta
que varias decenas de personas han resultado heridas.
Mientras
tanto, el viernes el gobierno suspendió las clases en los colegios de todo el
país, sin reconocer que la medida fue en respuesta a las protestas.
La
agencia de noticias EFE confirmó que Cruz Roja Nicaragüense atendió este
viernes a 27 personas heridas, de las cuales 17 necesitaron traslado a centros
hospitalarios debido a su estado de la gravedad.
El porqué de las protestas
Estudiantes
universitarios habían iniciado protestas pacíficas desde el pasado martes en
Managua, en rechazo a las reformas propuestas por Daniel Ortega al sistema del
Seguro Social, que incluyen el incremento de la cuota patronal y laboral y la
disminución del cinco por ciento a las pensiones de los jubilados, acto que se
considera una ilegalidad.
En
el 2007, el año que Daniel Ortega asumió el poder, recibió las arcas del
Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), con un superávit de 1.700
millones de córdobas. Esos fondos desaparecieron. En el 2017, el INSS reflejaba
un déficit de 2.300 millones de córdobas, hecho que se atribuye a la corrupción
gubernamental y el despilfarro de los fondos de la Seguridad Social.
El
Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó al Gobierno de Ortega tomar
acciones para evitar la bancarrota. Expertos estiman que para 2019, la
Seguridad Social estaría en bancarrota de no tomarse las medidas.
Los
estudiantes se lanzaron a las calles debido a que el Gobierno intenta sacar del
bolsillo de los trabajadores y jubilados los fondos desaparecidos para evitar
la bancarrota de la institución.
El
Gobierno de Ortega trató de desactivar las protestas a través de violentas
contraprotestas encabezadas por la Juventud Sandinista y los grupos
paraestatales conocidos como los “motorizados”, armados de piedras y tubos de
metal.
Los
grupos de choque del sandinismo agredieron en los plantones de protesta a los
universitarios, a la población que los acompañaba, y a periodistas de medios de
comunicación independientes a quienes además de golpear les robaron equipos
periodísticos.
Leopoldo
Gómez, político independiente, informó desde Managua que el servicio de
transporte público no estaba fuera de servicio. Los trabajadores del INSS no
asistieron a sus labores, mientras empleados de la empresa privada caminaban a
pie a sus trabajos o pagaban servicios de taxis.
“Hay
retenes en todos lados, los bancos en las áreas de protesta no están
funcionando, los negocios tampoco. Esto es el comienzo del fin de la dictadura
de Daniel Ortega. El pueblo se reveló, incluso su misma gente del partido
Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que se han dado cuenta de que
Ortega es corrupto. Pensó que iba a elevar el costo de las pensiones sin
consecuencias porque subestima a su misma gente que le ha apoyado”, dijo el
activista.
Y
es que grupos de maestros se han sumado a las protestas en contra de las
medidas gubernamentales.
La
esposa de Ortega, la vicepresidenta Rosario Murillo, dijo que los grupos de
choque del Gobierno responden “en legítima defensa” y calificó las muertes
ocurridas como “crímenes de odio”. En su alocución dijo que Nicaragua está
siendo mancillada, a su juicio, por malos hijos, gente mezquina y de alma
pequeña.
Sin
embargo, el régimen que encabeza su esposo no responde por el destino de los
fondos de la Seguridad Social de los trabajadores y de los jubilados que ya
cotizaron durante su vida laboral.
Naciones Unidas se Pronuncia
La
portavoz de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los
Derechos Humanos, emitió un pronunciamiento sobre los hechos violentos en
Nicaragua.
“Hacemos
un llamamiento a las autoridades nicaragüenses para que actúen para evitar
nuevos ataques contra los manifestantes y los medios de comunicación. El estado
nicaragüense debe cumplir sus obligaciones internacionales para garantizar que
las personas puedan ejercer libremente sus derechos a la libertad de expresión
y la libertad de reunión pacífica y asociación. También instamos a los que se
manifiestan a hacerlo de forma pacífica”, dijo Throssell.
Por
otro lado, nicaragüenses residentes en Miami se organizaron para protestar
frente al consulado general de Nicaragua en Miami, el sábado 21, en apoyo a los
estudiantes universitarios en Nicaragua.
Manifestantes
han levantado barricas en la ciudad de Masaya,
que se sumó a las protestas
contra el gobierno de Daniel Ortega.
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